El equipo Herrero & Cebrián expone una muestra auspiciada por el ayuntamiento de Burriana bajo el titulo de La mirada Interpuesta que tiene un atractivo interés, puesto que en ella se transfiere el papel de la fotografía a la pintura añadiendo en esta ese palpito mas humano que ha tenido siempre el lienzo. No se puede olvidad que los pintores desde el Renacimiento y más singularmente en el  Barroco señalaron ( al margen de los primorosos cuadros de encargo institucionales) pusieron en sus telas referentes de la tragedia y del vivir cotidiano de sus acontecer. De aquí nació la pintura de la historia.

Este es el propósito de este dúo de artistas que aportan por medio de la visión pictórica su particular noticiario del sufrimiento bélico, de las tragedias ecológicas, de las miserias sociales, de la represión y privación de libertades y asi un largo etc. Pintan en blanco y negro como las fotografías periodísticas, como Picasso pinto el Guernica, como los cineastas del realismo rodaron sus imágenes… Porque el blanco y negro acentúa la potencia del recuerdo. Tal vez por eso los especialistas dicen que se sueña en blanco y negro, acentuando las pasiones.

Herrero & Cebrian aportan un realismo palpitante, un realismo en el que la pincelada tiene una particular acometida para incentivar la punzada del mensaje de sus pinturas, llenas de intención cómplice y denunciativa. Tal vez por ello su realismo a la hora de dibujar posee un particular estigma en la soltura del pincel, para que la “ narravisión” se haga mas viva sin dejar de tener la entidad absoluta ( que obliga por su propia herencia a una contemplación reverente) de la imagen pictórica.

La mirada interpuesta llega mas allá de la mera acción fotográfica, humanizando mas el hecho. La mirada interpuesta hace periodismo de relato, la mirada interpuesta obliga mas al contemplador, la mirada interpuesta es incomoda por su propósito plástico y al tiempo transcendente. La mirada interpuesta es todo un referente de nuestros tiempos, que emerge, sustituyendo el objetivo por el pincel, desde un dictamen Pop, al impacto de un compromiso ético.